Los grupos de derechos de los animales afirman que la fabricación comercial moderna de cuero y el consumo de sus productos están matando animales de manera poco ética.6 Según el informe evaluación del ciclo de vida (LCA) de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial, el 99% de los cueros y pieles en bruto utilizados en la producción de cuero provienen de animales criados para carne y/o o la producción de lácteos.7
Los críticos de las curtidurías afirman que se involucran en prácticas insostenibles que presentan riesgos para la salud de las personas y el medio ambiente cercano.8 Las etapas de procesamiento de las curtidurías utilizan miles de litros de agua para un cuero o piel animal y liberan desechos líquidos tóxicos al medio ambiente que pueden causar el agotamiento del suelo y problemas de salud relacionados con la piel humana, el sistema respiratorio y más. Sin embargo, se han logrado avances en la cantidad y el tratamiento del agua utilizada por las curtidurías para reducir el impacto.